Gurtel es un problema de imagen y de decencia política. Pero también es un problema de organizativo que puede acabar descosiendo por completo a un partido por grande y fuerte que sea. El líder se juega su credibilidad ante los suyos. Y son los suyos los que gana y pierden elecciones, los que recaudan fondos y los que pegan los carteles en las campañas.
La aceptación del delito de una parte de los procesados mientras el jefe se proclamaba inocente evidencia dos cosas, a cada cual más grave. La primera es que la trama existió, estaba organizada y pudrió el funcionamiento de la administración Camps hasta el más alto nivel. La segunda es que comienza en el PP valenciano la temida "carrera de ratas" que suele acompañar a estas situaciones y que suponen la pesadilla de todas la organizaciones políticas.
Si alguien no lo remedia, ha llegado la hora del sálvese quien pueda. Nadie se fia ya de nadie y delante del juez, cada uno hará lo que tenga que hacer para salvar su culo. Una desconfianza que se va a ver multiplicada por el inevitable proceso de renovación interna que debe acometer la derecha en Valencia.
Que Rita Barberá haya rechazado suceder a Camps, no es una anécdota, es un síntoma. Muchos en el partido entienden hoy lo que acaba de ejecutar Rajoy. Pero otros no lo entienden y ya no se fían.
El movimiento de ratas en el PP ya ha comenzado ahora esperemos como se coloca cada cual para que los arañazos sean lo menos dañinos posible.
ResponderEliminarVease Andalucia Arenas dice una cosa Antonio Sanz va por otro lado etc
En Valencia pasa algo raro...hay mantas en la CV?
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