Joker Montoro

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, compareció a petición propia en el Congreso. En teoría, era parte de la ofensiva de transparencia anunciada por el Partido Popular para aclarar el escándalo Bárcenas. Acudía para explicar con detalle si el ex tesorero Popular había regularizado o no diez millones de euros al amparo de la oportuna amnistía fiscal de su gobierno.

La noticia hoy es que no aclaró los extremos de la regularización de Bárcenas y que solemnemente avisó de cómo la regularización no encubre el delito cometido. Lo primero era previsible dado que Hacienda no puede desvelar datos de contribuyentes, ni buenos ni malos. Lo segundo es irrelevante puesto que Hacienda ha renunciado a investigar la procedencia del dinero que se regularice.

¿A que fue Montoro entonces? En primer lugar, a colarnos en medio del barullo el dato que hoy debería ser el gran titular. Se han regularizado 40.000 millones de Euros, pero no al 10% anunciado por el gobierno, sino al 3%. La amnistía fiscal en realidad ha terminado en doble regalo fiscal. “Amigo defraudador, vino a decir el ministro, no solo has regularizado sin castigo, sino que además tienes premio”.

Hacienda ha cosechado unos míseros 1200 millones –la mitad de lo previsto, otro fracaso- donde debería haber recaudado al menos 4000 millones, según sus propias cuentas. Las razones por las que hemos pasado del 10% anunciado, al 3% son un misterio que ha logrado evitarse explicar. Igual que ha esquivado razonar por qué Hacienda ha renunciado a recaudar los 8000 millones que se podrían haber generado si en lugar de aflorarlos vía amnistía, hubieran aparecido vía inspección.

Logrado el objetivo principal, Montoro pudo dedicarse a lo que más le gusta: reírse como el Joker mientras farolea con su condición de ministro de Hacienda, dejando caer mensajes en clave donde nos recuerda que tiene acceso a los datos fiscales de todos y a ver si va a tener que utilizarlos. Quedáis avisados. Otra vez.