A la filtración sobre las cuentas del PP solo le faltó la firma de su autora: María Dolores de Cospedal, la heroína que contra viento y marea limpió Génova 13 de corruptos.
Que la filtración fuera la respuesta inmediata a la constatación judicial de las aventuras financieras de Luis Bárcenas, abona la tesis de que se trate de una voladura controlada de un escándalo que puede hacer explosionar el núcleo central Popular.
Que la filtración se hiciera en El Mundo, el medio que encabezó el ajusticiamiento público del juez que investigó la trama Gúrtel, el juez Garzón, invita a pensar en otro intento de voladura controlada, el de Mariano Rajoy; una empresa en la que Pedro J Ramirez acumula ya unas cuantas tentativas fracasadas. Los palos y las velas de Cospedal confirmarían esta hipótesis.
La historia hace agua por todos los lados. En el PP mandaba Bárcenas. Durante el Aznarismo, la trama se institucionalizo sin saberlo el gran timonel incompatible con la corrupción. La Gúrtel nació y creció en Madrid a la sombra de la administración Aguirre mientras ella regeneraba y limpiaba el partido... Hay más ficción que en una película de Barbie princesa.
Rajoy cree que Cospedal anda conteniendo los daños del escándalo Bárcenas. El gran PedroJ cree que Cospedal le está ayudando a volar a Mariano Rajoy para abrir paso a su lideresa soñada. La lideresa esperada, Esperanza Aguirre, cree que las jugadas de Cospedal le están sirviendo para llegar al alto mando del PP sin mancharse. Y Cospedal, la más lista, cree poder manejarlos a todos para llegar a donde quiere y cree merecer.
Solo hay un problema. Cuando llegue, quien sea, no va a encontrar un reino encantado, sino más bien una inmensa escombrera.
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