3/11/13

Atraco perfecto: los datos del fraude fiscal en España

La economía oficial se ha multiplicado por dos en los últimos veinte años, pero la economía sumergida se ha multiplicado por cuatro. El fraude conforma un elemento estructural de nuestra economía. Explica tanto nuestro raquítico gasto público, como los problemas y desequilibrios en los ingresos tributarios. La economía sumergida representa un fenómeno emergente en España. Creció durante los noventa, cuando la burbuja inmobiliaria, y ha crecido aún más durante la Gran recesión.

Un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos para la Fundación de las cajas de ahorros (Público.es 1/6/11) sostiene que actualmente la economía sumergida ronda el 21.5% de nuestro producto interior bruto. El informe «Doing Business 2007» del Banco Mundial señalaba que la economía sumergida en España representa el 22,6% del Producto Interior Bruto (PIB).

Según datos de la Organización Profesional de los Inspectores de Hacienda, en España circulan 111 millones de euros en billetes de 500 euros, un 30% del total emitido en la Unión Europea. La cifra de este tipo de billetes se ha multiplicado por siete respecto de los existentes en el año 2002. El volumen de nuestra economía sumergida prácticamente duplica al estimado en países como Alemania (13% del PIB), Francia (12% del PIB) o Inglaterra (10% del PIB). En plena bonanza económica, el Estado ha dejado de ingresar por esta causa 66.000 millones de Euros. Durante las últimas tres décadas, el Estado ha perdido en ingresos fiscales un promedio estimado de 30.000 millones de euros anuales.

Pero estas grandes macrocifras no cuentan toda la verdad, incluso pueden contribuir a oscurecerla. Según datos del informe “Reducir el fraude fiscal y la economía sumergida” (GESTHA, 2011), entre 2007 y 2010, los ingresos tributarios en España cayeron en 41.140 millones, un 20,5% de la recaudación fiscal total. La principal caída se ha producido en el impuesto sobre los beneficios de las empresas, En ese breve período de tiempo, el Impuesto de Sociedades vio mermada su recaudación en un 64%, 28.625 millones, el 70% de la caída global de la recaudación fiscal. Este fenómeno de volatilidad fiscal no se ha registrado con idéntica intensidad entre los países de nuestro entorno. Entre 2007 y 2008,  los ingresos públicos en porcentaje del PIB cayeron solo un 0.2% en Alemania, un 0.3% en Francia y un 2.4% en EE.UU.


En España no hay dinero y hay fraude porque se pagan demasiados impuestos, suele decirse ¿En serio? ¿No será que en España lo que hay es una minoría que se ha acostumbrado a no pagar y a aprovecharse del Estado y del esfuerzo colectivo?



Nota: los datos se han extraído de la obra Piratas de lo público. Antón Losada. Deusto. Publicación: 14 de noviembre de 2013.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Simplemente con un buen programa de lucha contra el fraude fiscal y contra la economía sumergida se resolvería una buena parte de los problemas que padecemos. Un saludo
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