8/12/13

De la Gran privatización a la Gran recesión

Mercados de truco o trato, oligopolios con mentalidad pirata y extractiva, clientes cautivos, ejecutivos en excedencia o en comisión de servicios, innovación marginal o subsidiada por lo público, falta de transparencia, opacidad y fraude constituyen resultados probados del proceso de privatización del sector industrial público español. Es esa parte de la historia de la Gran privatización que no se cuenta o se cuenta muy poco.

No conviene hablar del cuantioso y escasamente justificable botín atesorado por nuestro Neoliberalismo corsario. Ofrece una instantánea del lado oscuro que estropea el cuento de éxito y eficiencia que suelen contarnos las propias empresas, sus grandes beneficiarias. Ya se sabe que la historia suelen escribirla los ganadores, o cuando menos aquellos que tienen dinero para pagarla.

El fracaso de la Gran privatización ayuda a explicar y entender algunos de nuestros problemas e ineficiencias para gestionar la presente Gran recesión. La culpa no fue del tamaño del Estado. La culpa fue del tamaño del mercado. No se trata de que el Estado sea muy grande. Es que nuestro mercado ha resultado ser muy pequeño e ineficiente. La sustitución de monopolios y empresas públicas por oligopolios privados, guiados por la lógica oportunista de los piratas de lo público, ha funcionado como un motor impulsor del predominio de una economía basada en la especulación y la acumulación rápida. Una economía especulativa manejada por una élite corporativa depredadora y corsaria que entiende que crear riqueza consiste básicamente en arrebatársela a los demás.

En lugar de innovación y competencia, las privatizaciones han traído pérdida de valor añadido y menos competitividad, como economía y como país. La Gran privatización ha contribuido, y mucho, a la gran crisis que golpea a tantos a diario. La retirada de lo público de la dirección de las grandes empresas estratégicas ha supuesto la renuncia voluntaria a disponer de poderosos mecanismos para intervenir activamente en la gestión de la recesión, tanto en términos de empleo,como en términos de gestión de la demanda.

Lejos de contribuir a su solución o mejor gestión, la Gran privatización ha agravado todos y cada uno de los problemas clásicos que la teoría económica señala como fallos del mercado. Hoy padecemos más problemas de información como consumidores. Los costes de informarse para decidir se han elevado exponencialmente. Si quiere comprobarlo, solo tiene que intentar entender una factura de la luz para averiguar cuánto paga o en concepto de qué. O puede también embarcarse en la misión imposible de comparar los planes de precios de los operadores telefónicos siguiendo algún criterio racional.

Los costes de transacción y comunicación también se han multiplicado a causa de las trabas y acuerdos que las grandes compañías pactan a diario. Los monopolios han sido reemplazados por oligopolios piratas blindados ante cualquier intento de intervención o participación pública. Los recursos se distribuyen hoy de manera evidentemente más desigual. Lejos de reducirse, las externalidades negativas generadas por las actividades productivas de lasgrandes corporaciones han aumentado. En España, los oligopolios piratas funcionan como verdaderas máquinas de socializar sus costes y pérdidas.

Los grandes programas de construcción de infraestructuras públicas han respondido en buena medida a las demandas y necesidades de las grandes empresas y corporaciones de nuestro país. A cambio, esas mismas grandes empresas han ido contribuyendo cada vez menos a la financiación de lo público obteniendo sustanciosos regalos fiscales en el impuesto de sociedades, recurriendo de manera masiva a la creatividad fiscal y los paraísos fiscales. El programa de construcción de autopistas tuvo mucho que ver con las expectativas de negocio de las empresas que aspiraban a gestionarlas. La recesión ha frustrado las ganancias calculadas. El resultado va a ser un rescate público masivo de autopistas de gestión privada, con un coste que ya se estima desde el Ministerio de Fomento en más de 3000 millones de euros....... Preparen sus carteras. Llegan los piratas. 

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, gracias por poner en palabras lo que pienso y no se expresarlo.

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