Cuaderno de bitácora. Fecha estelar 2011.4.27

En  Los Desayunos de TVE, María Dolores de Cospedal denunció la existencia de una especie de boicot antiPP en todos los medios de comunicación españoles. Se sienten maltratados. No se habla de lo que interesa al PP, que es lo que interesa a los españoles, como todo el mundo sabe.


Replicada por Ana Pastor en legítima defensa de su trabajo y del trabajo de sus compañeros, insistió en denunciar cómo los demás medios no se hacen eco suficiente y cómo debieran de las denuncias que su partido hace frente a la presunta imparcialidad de Televisión Española.

Seguramente, no se le ha ocurrido plantearse siquiera la posibilidad de que no se hicieran eco de semejantes denuncias porque no tienen otra base o fundamento que la pura y dura propaganda en la línea de “difama, que algo queda”, como puede comprobar el lector en este ejemplo proporcionado por el propio inquisidor Popular

En el “Pluralismo cospedaliano” los medios públicos deben ser “imparciales”. No tanto como Telemadrid o Canal Nou, pero casi. Al parecer, ni siquiera los privados lo son. ¿Y cómo se sabe si un medio es imparcial? Joder. Preguntándole a Cospedal. Que hay que decíroslo todo.

El “Indice Cospedal de Imparcialidad” debería convertirse ipso facto en el referente de patético y manipulable mundo mediático español. Debería haber un “Manual Cospedal de la imparcialidad informativa” que medios, editorialistas, periodistas o tertualianos podamos consultar para saber cuánto debemos hablar del Faisán, o de la familia Chaves, o de los ERES, o de lo que toque esa semana, para estar seguros de que estamos siendo imparciales.

¿Cuántos minutos, columnas, párrafos, imágenes, titulares, hay que dedicar a los temas que están en la agenda del PP para ser imparciales y objetivos? Consúltelo en el Manual Cospedal o cállese.