Arias Cañete lo tiene claro. La crisis no
es para tanto y nos quejamos un poco bastante de vicio. Sostiene el animoso
ministro de Agricultura que "Aquí
se vive más alegre, sabemos disfrutar, comer y compartir experiencias, aquí se
vive mejor con menos dinero". Cómo
no se va a vivir de cine con aquellos "camareros
maravillosos" que ya en
su día nos descubrió visionario el propio Cañete. Aquellos afanados empleados
conscientes de su clase y su papel en el mundo que sabían servir como nadie el
café, las tostadas y los vermús a los señoritos. Somos una potencia hostelera
mundial. La crisis y la recesión no pueden ser para tanto. Mientras queden
bares habrá calor y alegría. Solo es cuestión de aprender a servir mejor y más
barato al señorito porque los pobres con poco se apañan. Ellos viven de la
alegría y la bondad de las cosas pequeñas. Si lo sabrá el ministro Cañete, que
de señoritos y camareros algo entiende.
El audaz Arias Cañete ha revelado algo más que pocos han tenido la
clarividencia o el coraje de decir. En el fondo, La crisis no es un problema,
ni un drama ni una desgracia. Supone una gran oportunidad que nuestros jóvenes debería
saber aprovechar en lugar de tanto llorar. Los jóvenes que se marchan fuera
desesperados por no encontrar un trabajo decente en su país, debería saber que
volverán con experiencias que “son enriquecedoras" y "vendrán más
preparados porque sabrán idiomas". La movilidad exterior de Fátima Báñez,
pero bien explicada, como para niños chicos. A ver si así lo entendéis, que
además de pobres parecéis tontos. Y encima querréis becas, como diría el otro
ministro, José Ignacio Wert.
Este señor nos ha tomado por tontos. Vive en sus mundos de Yupi!
ResponderEliminarAsí tengo yo el ortoooooooooo!!!!!!!!!!!
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