12/11/13

El Ministro Wert en #piratasdelopúblico


Aquí tenéis un adelanto editorial de #piratasdelopúblico. Asi sale retratado el ministro Wert en el capítulo VI:  “El mapa del tesoro de la educación pública”

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El círculo corsario contra la educación pública

En pocas áreas como Educación se ha configurado un equipo tan abiertamente decidido a cumplir una misión de abordaje de lo público predeterminada por la ideología y guiada por la fe. El círculo corsario educativo situado al frente del Ministerio de Educación reúne además varias características comunes que refuerzan su identidad de grupo y su funcionamiento como tal. La mayoría proviene de la Comunidad de Madrid, una de las administraciones que más ha favorecido a la educación privada, tanto en materia de regulación como en transferencia de recursos. La mayoría ha desempeñado puestos de responsabilidad en el sector privado educativo. La mayoría carece de experiencia directa o conocimiento actualizado sobre cómo funciona el sistema educativo público, pero comparte una visión de marcado carácter negativo, en parte debido a la levedad de su propia trayectoria como docentes.

 "La progresiva dejación del Estado y el entendimiento restrictivo de cuáles eran sus competencias… ha ejercido insuficientemente la facultades para garantizar un mínimo de homogeneidad en todo el territorio" (José Ignacio Wert. europapress.es 4/7/2013). Si algo distingue al círculo corsario educativo es la rocosidad de su argumentario. Comparten un diagnóstico extremo y catastrofista sobre la situación de la educación pública. La descentralización comporta un problema y una debilidad.  La función redistributiva de la política educativa les parece inútil y disfuncional. Sostienen sin complejos la conveniencia y la utilidad de mantener el sistema de redes educativas diferenciadas. Su propuesta pasa por avanzar aún más y de manera más descarnada en la dualización del sistema. Reniegan de la “política” sistemáticamente y tratan de presentar siempre sus posiciones como evidencias científicas y empíricas. Según su relato, la superioridad de sus posiciones parte del convencimiento ideológico. Ellos no hacen política, ellos aplican la racionalidad y la ciencia.

“Es muy frustrante que se tomen decisiones políticas basadas en evidencias científicas robustas, que se han ido acumulando en el tiempo y estas lleguen "profundamente distorsionadas" a la ciudadanía” (José Ignacio Wert. cadenaser.com. 1/7/2013).  En distancia profesional con el mundo de la educación, ninguno de los responsables políticos del Ministerio de Educación supera al propio ministro José Ignacio Wert Ortega. Un detalle que no le impide reclamar su propia superioridad técnica y la presunta neutralidad científica de sus políticas sin más base que la ideología. Wert no es un hombre de la educación. Pero a cambio si es un perfecto burócrata corsario. Tras un breve paso por la universidad pública en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid, ingresa por oposición en 1973 en la plantilla de titulados superiores de RTVE. En mayo de 1979 fue nombrado jefe del Gabinete Técnico del Centro de Investigaciones Sociológicas de la Presidencia del Gobierno.  Entre 1981 y 1982, pasa a la política como asesor y forma parte del Gabinete del Presidente del Gobierno de la UCD. Tras ser diputado por A Coruña, renuncia en 1987 y abandona la actividad política para dedicarse en cuerpo y alma a la empresa privada. Desde 1987 hasta 2003, ha sido presidente de Demoscopia S.A. empresa dedicada a la investigación de opinión y mercado, consejero delegado de GDM, comercializadora de publicidad del Grupo Prisa, presidente de Kantar Media y presidente de ANEIMO, la asociación patronal española de empresas de investigación de mercado. Entre febrero de 2003 y septiembre de 2005, desempeñó el cargo de adjunto al Presidente (director de relaciones corporativas) en el grupo BBVA. A finales de 2005, fundó Inspire Consultores, empresa consultora en los campos de comunicación, opinión pública, y responsabilidad social corporativa.

Su conexión con la educación pública tiende a ser cero. Ni por experiencia, ni por formación parece un experto. Un hecho que no le impide sostener como una verdad revelada la presunta ineficacia de las políticas educativas como instrumentos de redistribución de riqueza y oportunidades. "Pensar que el éxito educativo depende de los recursos es equivocado. Es como pensar que la belleza de una casa reside en la cantidad de cemento que tenga".  (José Ignacio Wert. hufftintonpost.es 14/6/13). Para el ministro y su equipo, parece claro que la educación debe definirse como un problema individual, antes que una responsabilidad colectiva. Arrancar a la política educativa del núcleo duro de las políticas de bienestar, despojarla de su dimensión social para empujarla hacia el campo de atracción de las políticas económicas o de innovación, será una de las constantes en su discurso y su toma de decisiones.

“Nuestro sistema educativo es ineficiente, porque a pesar de la elevada inversión, genera unos resultados muy pobres, y es un sistema anticuado que no atiende a la diversidad del alumnado, no permite trayectorias alternativas y no incentiva el esfuerzo ni reconoce el mérito” (Montserrat Gomendio. aulamagna.com.es. 13/3/2013). En la Secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades se designa a Montserrat Gomendio Kindelan, la ideóloga de la reforma Wert. Es una investigadora del CSIC, licenciada en Biología por la Universidad Complutense de Madrid y doctorada por la Universidad de Cambridge (Reino Unido). Entre los altos cargos de la Administración Rajoy, declara el segundo patrimonio más alto: 14.588.581 euros. Como gestora, su experiencia consiste en haberse graduado en el programa de dirección general de uno de los centros de referencia del pensamiento corsario: la IESE Business School (Madrid).

Su conocimiento del mundo académico conecta más con el ámbito de la investigación que con la docencia. Un detalle que no le ha impedido hacer un balance negativo sin matices sobre la educación española. Ante el IX Congreso de la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE) diagnosticaba en tono milenarista cómo en “un momento de emergencia educativa, ya que tenemos unos índices inaceptables de abandono y fracaso escolar, desaliento en los profesores y altas tasas de abandono universitario… la reforma educativa ha de ser más profunda, debe afectar a las personas, a los educadores, e implicar un cambio profundo en la cultura de la educación. Y los docentes van a ser los protagonistas de dicha reforma”

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Como gusta de decir el propio ministro Wert,  “esto es una  operación de salvamento del sistema educativo” (larazon.es. 2/7/2012).  Para el éxito de esa misión, un elemento recurrente en su discurso será despojar a la política educativa de cualquier dimensión social o redistributiva, para reducirla a una política científica o al servicio de la producción y el mercado. "En el afán por preservar estas becas de base social, que son las becas generales, hemos tenido que renunciar a becas de excelencia basadas exclusivamente en el rendimiento y nos ha dolido mucho, porque yo creo que el sistema tiene que ser consistente en enviar señales de valor acerca del rendimiento y el esfuerzo la equidad no basta y tiene cara B y esa es la responsabilidad. La cara B es que el estudiante que recibe ingresos de cierta cuantía, que representan un sacrificio importante para la sociedad que lo sufraga, tiene que corresponder con un rendimiento” (José Ignacio Wert. 20minutos.es. 4/7/2013).  

La política educativa no se definirá ya como una política redistributiva que implica transferencia de oportunidades y renta hacia los alumnos más desfavorecidos. Se busca definirla como un intercambio puramente económico. Se invierte un dinero y el sistema productivo debe obtener un rendimiento y amortizarlo. Es lo justo, concluyen. La legitimidad austerocrática completa el argumento corsario: es lo justo y además lo más barato, lo que nos podemos permitir.

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