El lider de la oposición no lo volverá a tener tan fácil en lo que queda de legislatura. No volverá a confrontarse con un gobierno con más quemados que Zapatero en sus momentos más bajos y un Mariano Rajoy aferrado al último recurso de los hombres públicos: su palabra y unos certificados de Hacienda.
Los anuncios que pueda efectuar el jefe del ejecutivo lograrán titulares, pero no credibilidad. Vender como éxito haber evitado un segundo rescate suena a marcianada entre la gente de la calle, aún más tras haber corrido a solicitar un primer rescate tan misterioso en sus razones como cuestionable en sus resultados.
Rubalcaba juega con todo a favor. Escoja el terreno que escoja, el arsenal dialéctico a su disposición resulta tan variado como demoledor. Por mucho que Rajoy trate de parapetarse en el pasado de los gobiernos socialistas, el peso de la realidad es tan contundente que le arrastrará por si solo a campo abierto.
Rubalcaba y el resto de la oposición deberían rehuir el terreno embarrado elegido por el gobierno mezclando en el mismo debate crisis y corrupción. Ensanchar el campo con un relato alternativo al oficial, una diagnóstico diferente al dominante y una propuesta de políticas que redistribuyan con justicia los costes de la crisis.
El objetivo no debe ser tumbar a un gobierno que se tambalea. El objetivo es reconectar con una sociedad desconcertada e irritada. Si Rubalcaba se lo plantea así, puede ser su gran día.
Perdoa..., pero indo a un simil taurino..., se Rajoy está para o arrastre..., Rubalcaba está a pedir o "descabello"...
ResponderEliminarCalquer intervinte da oposición, (loxicamente a marxe do PPPSOE e de calquer outro monosabio do réxime), se tivera un mínimo de valor, o que tiña que decir na súa intervención dirixíndose a os dous presuntos "líderes", Rubalcaba e Rajoy, era que dirixiranse aos seus respectivos despachos, pediranlle un sarma cargada aos seus escoltas, e pechándose, valorararan friamente cal debería ser a súa mellor decisión para o país, a que despexara mais dúbidas e deixara menos lastre e engorros..., logo, apoindo o canon no palal, que apretasen o gatillo e... FIN...